ALBERTO ABREGO
SUMISIÓN
Y te he buscado vanamente
Entre voces y gestos apagados
Porque perdí mis huellas en octubre
Busqué en el yugo cotidiano
La sabrosura de los frutos
Sin saber que mis poemas deletreaban
De espalda a la ternura.
Yo canto a través de ti, de mí.
Porque nada tan lejano y tan leve, carnal y mariposa,
Auxilio de las nocturnas horas que vuelan por la selva.
Luchando con las olas, con la floresta, con el viento;
Luchando con la fragancia de la vida,
Arrojada en el lecho inmenso del mundo.
Mi vocación me instala
Entre lugares y criaturas
Que determinan mi barro melancólico
Sin bautismo de sal y sin batalla,
Lleno su cavidad de mariposas
Y aspiro el recién nacido pasto
Porque soy fiel a mis principios
Todo me habla de soledad.
El viento sacude las noches como árboles.
Los mismos pájaros despiertan las mismas mañanas.
El tiempo golpea las cosas
Y las cosas golpean contra mí
Aquí estoy
Buscado y dejado y encontrado por el amor.
Pero no creo que pueda hablar de soledad.
Todos tenemos mucho que hacer en el mundo
Y no hay tiempo para estar solos.
Yo, por lo menos,
Trataré de luchar con mis palabras.
Tengo que decir a mis amigos que no estamos solos
Y que debemos trabajar para que el mundo sea mejor.