ALBERTO ABREGO
COMO SI ELLA FUERAS TU
Déjame ir
Por la asombrada senda de tu corazón
Donde nunca estuve.
Por la sangrante herida
En la distancia, somos
Nuestra propia derrota en carne viva.
De un extremo al otro del tiempo
Sólo un instante de ternura, de calma
Un pálido resplandor
De venturas: míseros dones
De la resignación y la paciencia.
Y tu nombre que ocupa la memoria
Pesar cada paso
Sentir cada instante
Entrar silencioso
En el recodo
De la noche
Como si ella
Fueras tú