ADOLFO ARIZA
¿CÓMO ESCRIBIR UN POEMA DE AMOR?
(Último Intento)
¿Quién piensa en escribir poemas de amor a estas horas de la vida?
Hay que ser prácticos. El poema es un invento de cuya naturaleza ni siquiera se han logrado poner de acuerdo los poetas.
Es lógico pensar que, de existir una confusión sobre la esencia y la forma del poema, también son confusos los poetas.
¿Qué decir del amor?
Una inclinación inmerecida que se siente por alguien. “Nadie es digno de ser amado”, escribía Oscar Wilde.
Probablemente alguien me dirá que me fije bien de qué clase de personaje estamos hablando. Wilde era homosexual. No lo discuto.
Un pensador del cual resultaron indignos los ingleses de su tiempo.
Pero no compliquemos las cosas. Convengamos en algo:
¿Cómo escribir sobre la forma desdichada de lo informe y del desmerecimiento que no soportan mis iguales?
Antes que pensar en un manual sobre cosa alguna, deberíamos pensar en las razones que tuvo para ocultar el suyo el creador de los hombres.
Nada tiene que ver con la historia mítica de Adán y la famosa costilla de la que extrajeron a Eva.
Ese cuento a nadie convence. De ser así todas las mujeres serían de hueso y no de tan sabrosa carne.
De hueso duro serían todos los poemas. Y los mercaderes de libros sufrirían de osteoporosis.