RAMIRO LAGOS
LOS NIÑOS CRISTO
El niño Dios cuando nace
en la América latina,
ya no nace como Dios,
sino como cristo de ruinas.
Roto cristo de los Andes,
con sus cruces multiplica
sus vía crucis y calvarios
y su muerte colectiva.
Los niños cristos morenos
de la América mestiza,
agonizantes ya nacen
con su corona de espinas.
Los niños cristos ya nacen
con su calvario en la cima
de los Andes cenicientos
bajo nubes de cenizas.
Entre el frío de la cierra
y sus gélidas ventiscas,
a los niños de los Andes
con su cruz se les bautiza.
Los niños muertos de hambre
con su madre campesina,
mueren de hambruna que muerde
como la hambruna canina.
Los niños mueren de hambre
entre ladrones de espigas,
que les robaron su pan,
que les robaron sus migas
Los niños cristos del ande,
tienen temblor, gritan, gritan
y el viento los estremece
de negra fiebre amarilla.
Los niños cristos se mueren
con moratones de estigmas,
ya se les ve destinados
a las penas más sufridas
No cicatrizan las penas
del alma ni de la vida.
Los niños cristos las llevan
al vía crucis largo unidas.
Los niños cristos del ande,
al crecer se les obliga
a trabajar como esclavos
en los páramos y minas.
Y los niños en Colombia
al crecer, se determina
que paguen penas por hambre,
paguen muerte en las guerrillas.
El niño Cristo se abraza
a su cruz con que camina
directamente a otra cruz,
que es la cruz definitiva.
Muere el niño entre ladrones
de su tierra, tierra india
sin tener su fosa o dónde
enterrar su huesa fría.
Ay, niño Dios de los Andes,
quiero cantarte mis cuitas
No te canto villancicos,
Pero te canto elegías.