RAMIRO LAGOS
EL CONDE Y EL DURAZNO
Pinta el conde un durazno semiabierto,
recalcando en el punto que lo excita,
es el punto meloso que Afrodita
e depara al pintor con dulce acierto.
El durazno del conde está en su huerto
y lo olfatea meloso en la exquisita
pulpa de miel, abierta; mas, no evita
que a la fruta el pincel le quede inserto.
Pinta el conde el durazno con esmeros
de arte almibarado y el dios Eros
su pincel glorifica por su olfato
que lo lleva a pintar con elegancia
el durazno en su punto de fragancia
con su pincel de artístico boato.