AUSENCIA II
Tengo un corazón que ama
Tengo un corazón que grita,
Tengo un corazón de niño
Que en las noches clama por ti.
A solas en la penumbra de la noche,
Imploro a las estrellas, Reflejen tu imagen
Imaginando la presencia de tus ojos miel
Imaginando la dulzura de tu sonrisa.
Tus labios, jugoso néctar de rojo carmesí
Apaciguan mi ser al vaivén de tus palabras,
Que bellas y adornadas por inspirador acento
Hacen palpitar mi corazón y deleitarme
Con tan excitante y sutil movimiento.
Pienso en la grandeza del amor
Y el dolor del corazón aprisionando
El reflejo de la imagen,
Que dejaste plasmada en mi mente.
Pienso en tu frágil figura,
Delicados pétalos mujer;
Provocativo elixir de miel,
Que me apasiona e insta al placer.
Como mancillar tu inocencia
Así sea en el leve sentir del pensamiento
Como no añorar una caricia
Como no pensar en un roce de tu mano.
Como no estrechándote a mi lado
Si en mi mente estas por siempre
Si te llevo impregnada en el alma
Y olvidarme de ti, no quiero…,
No puedo…, no debo…
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