CARLOS ALBERTO VALLE SÁNCHEZ
 
Un Canto a la Vida y al Amor
 
     
 
 
 
 
 
 

 
 
PINCELAJES VIVENCIAS
REFLEJOS
 

A Beccis

A Mi Niña

A Mi Padre

A Palmitas

A Ti Mujer

A Tus Manos

A Tus Ojos

A Una Rosa

Acrostico Al Ser Amado

Al Morro San Vicente

Alquimia De Amor

Añoranza

Asi Es Mi Musa

Asi Te Recordare

Ausencia

Ausencia II

Ausencia III

Camino

Celos

Como No Pensar En Ti...

Declaracion de Amor

Dia Del Idioma

Dopamina

En Silencio

En Tu Cumpleaños

He Dejado de Caer En Tus Brazos

IncertidumbreII

La Ciudad Sin Ti

La Muerte de mi madre

La Soledad y La Tristeza

Lejania

Llanto

Nocturno Pasional

Nostalgia

Mi Razon

Paz

Perdido en el Infinito

Reencuentro

Requiem Teatral (A Fanny Mikey)

¿Sera Amor?

Simplemente Adios

Senos

Soledad

Solo Tu

Sueños

Tu Mirada Y Tu Mirar

Tu Sonrisa

A MI PADRE

Marzo 10 de 2008, 1.10 AM
Un día después de tu partida…
24 horas después de su muerte

Bello recuerdo,
Diáfana luz del camino
Que alumbra el existir;
Fiel faro, guía fervoroso,
Y aliciente ecuánime
De amor y del buen vivir.

Padre consejero amigo…
Quien entre dicho y chiste
Nos hiciste sonreír;
Fervoroso en tus palabras
Cual cinceles do penetran
Moldeando el porvenir.

Escucho en silencio…
Tu dulce voz de aliento,
Animando en la lucha a seguir;
Y con sentida bendición
En cada despedida
Exclamabas…
¡QUE DIOS TE BENDIGA HIJO!
Encomendándonos al creador…

Fuimos ruegos y plegarias,
En lágrimas de oración;
Y tiémblome la voz,
Cuando al decirte cascarrabias…
Y entonando con amor,
Mil veces te canté,
Esta sublime canción:

“Mi querido cascarrabias
Hoy te vengo a saludar
Y a reclamarte ese abrazo
Que se quedo en tu regazo,
Cuando salía a caminar.

Yo te llamo cascarrabias
Aunque a veces es verdad
Como cuando yo era niño
¡Te lo digo con cariño!
Bien lo sabes, PAPA.

¡Quiera Dios que no me faltes!
En la aurora de mañana…
Para mirar tú figura
Recostada en la ventana…
Tus consejos me han servido
Para escalar mil montañas;
Por eso viejo querido
Que Dios bendiga tus canas.

Yo recuerdo cuando niño
Si me ibas a castigar…
Me escondía tras la puerta
Me perseguías por la puerta
Y también por el solar…

Han pasado tantos años
Y no olvidare jamás;
Tus palabras tus regaños,
Que nunca me hicieron daño
Y me guiaron de verdad…

¡Quiera Dios que no me faltes…!
¡En la aurora de mañana…
Para mirar tú figura…
Recostada en la ventana.
Tus consejos me han servido…
Para escalar mil montañas;
Por eso viejo querido
Que Dios bendiga tus canas…”

Palpítame el corazón;
¡Siento y vivo tu recuerdo!
Cuando en una madrugada,
Viniste a mí pidiéndome un abrazo,
¡Y en el más sentido apretón!,
Lágrimas rodaron al recibir tu bendición;
Y… en sentida despedida.
¡QUE LA VIRGEN TE ACOMPAÑE!;
¡DIOS TE BENDIGA HIJO!,
Y vi el alejarse tu alma,
Camino al descanso merecido,
Y ser consolado…
Por nuestra hermana del alma
Junto a Dios dador y creador.

Todas las noches Te encomendaste a Él,
Y hoy se regocija nuestra alma,
Al verte en la gloria
Implorando por nuestro bien;
Y solo tengo para decirte,
Te queremos y añoramos,
¡Oh!, mi buen y gran ¡PAPÁ!