XOÁN A LEICEAGA BALTAR
DESERCIÓN
Perderse.
Arrojarse entre los remos de la inmensidad, en esa comadreja de tintes y humores,
mecerse, dejarse llevar en medio de ese pairo,
consentir en la voluptuosidad de ese caldo voluble,
ceder, abdicar ante el azote del viento, curtirse envuelto en esa sal tan húmeda,
no oponer resistencia, desprenderse de cualquier amarra o fleco restante,
dejarse caer en la inexplorada talasoterapia del fondo,
tomarse toda la miel de ese vino amargo.
Perderse más.
Hallarse, al fin.
Tenderse sobre el infinito de ese tálamo.
Desaparecer.