GEORGINA CUARTAS
ENCRUCIJADA
Tiene la fiebre en las alas
la mariposa crisálida,
se han quebrantando los hilos
de los velos de su danza.
Esta cabalgando en el aire
una pesada mordaza
se ha atosigado en los labios
la sonrisa que vagaba,
y viajaba divertida
con el viento que cruzaba
y en la garganta hay un filo
que va desgarrando el alma,
y como un puñal de acero
se va rompiendo la calma…
ya la sangre de las venas
quisiera quedarse helada.
Para poder soportar
esta prueba lacerada,
como garfios que deambulan,
son las pisadas dolientes.
Y como lágrimas de hiel,
son las amargas miradas
que van mostrando los días
de esta cruel encrucijada
y van marcando el camino,
y sin poder hacer nada...