A MIS CRÍTICOS
Si supierais con qué piedad os miro
Y cómo os compadezco en esta hora.
En medio de la paz de mi retiro
Mi lira es más fecunda y más sonora.
Si con ello un pesar mayor os causo
Y el dedo pongo en vuestra llaga viva,
Sabed que nunca me importó el aplauso
Ni nunca me ha importado la diatriba.
¿A qué dar tanto pábulo a la pena
Que os produce una lírica victoria?
Ya la posteridad, grave y serena,
Al separar el oro de la escoria
Dirá cuando termine la faena,
Quien mereció el olvido y quien la gloria.