CARLOS ALBERTO VALLE SÁNCHEZ
 
Un Canto a la Vida y al Amor
 
     
 
 
 
 
 
 

 
 
REFLEJOS
VIVENCIAS
 

A Los Arrieros

A Los Cabalgantes

A Los Hijos

A Tu Piel

Al Valle Del Río Penderisco

A Tus Ojos II

Acrostico a la Madre

Amores Del Nare

Bajo el Cielo

Besos

Cuando Era Niño

Déjà Vu

Dame Tus Manos

Disque, Pa Un Paisa: !Todo Es Arepa! (Retahila)

El Saludo De Un Paisa (Retahila)

Esplendor Terrenal

Esposa Y Madre

Gritos de Ciudad

Guatape

Ilusión Azul

La Biografía De Un Paisa (Retahila)

Lagrimas

Madre

No, No se decir Adios

Noche de Lujuria y Placer

Palabra Comunera

Silencio

Súplica, Al Ángel Del Amor

Te Extraño

Un Favor de Amor


AL VALLE DEL RÍO PENDERISCO

Majestuoso valle del Penderisco,
Donde con sutileza se dilatan,
Desarrugándose compasivas
Las montañas de mi Antioquía.

He visto desde lo alto de la cima,
Los coqueteos de musas a tus orillas
Que serpentean formando meandros
Heráldicos que incitan al amor.

Sobre el valle extenso y fértil,
¡Como los abuelos de nuestra raza!,
Pululan los cultivos en el tiempo,
Como símbolo de despensa soberana.

En tu territorio como madejas
Se entretejen las bravías esperanzas
De un futuro brillante como en antaño,
!Eres despensa de un mundo desolado!.

Con adrenérgicas caricias
He navegado las nebulosas aguas
Con permanentes sedimentos,
Aposento vivífico de eterna juventud.

Cala el frio de tus entrañas
Cual cincel de fino tallar,
Los músculos se vuelven roca  
Y el físico con el tiempo lo vivirá.

En eclipsadas aguas do escruta lento el sol
Arrieros campesinos labran preciado material
Y cargado en desafiantes corceles de plata,
Levantan vuelo en carruajes pletóricos de nacar.

Puentes colgantes se deslizan uniendo el valle,
Imagen viviente de travesías a escondidas
Sobre las selvas Antioqueñas y chocoanas;
Pasadizos de muladas, recuas rumbo a Quibdó.

Historias de perdidos gnomos sobre tu suelo,
Historias de legendarios paisas héroes de ayer,
Leyendas de terroríficos y oscuros espantos,
De míticos aborígenes que desde su cielo te ven.

Postró con mis versos ante la verdad divina,
La felicidad de volver tus entornos a ver,
De cargar de dicha mi espíritu por explorar
Los meandros y rendirme por siempre a tus pies