Aun no despierto del sueño
Que aletargo mis sentidos
Sumiendo el existir
En abismos de amor,
Dopando mi alma
En regresión
De alegría y placer.

El rosar de manos angelicales,
Que en sentir mágico
Rasgaron las cuerdas
Que sostienen mi pensar
Y permitieron el vibrar
De esa música de Arabia
Y el contoneo sinfónico
De tan curvilíneo torso.

Aun continúo perdido
Y mis sentidos desorbitados,
Perdidos en esa dimensión
Donde enviasteis a mí existir
A vivir de tus lujuriosos
E impávidos recuerdos.

Esos recuerdos de música sin par,
Esos recuerdos danzantes
En melódicas sonrisas
De alegría juvenil,
Bajo el éxtasis
De un baile cadencioso,
Y armonía celestial.

Divago en lo sobrio,
Existir, diente de león,
Sutil imaginación de poeta
Quien tuvo la suerte de volverte
A encontrar entre sonrisas
Acrisoladas, perlas de cristal.

Divago en tu forma de ser,
Agua de mar que puedes
Llevar mi barca a sinuosas aguas
O levitarme en la ternura
De apacibles haldas
Donde mi ser se relaja y calma.

Mujer bello sexo
Que logra distender
Nuestros sentidos;
Hoy vienes como el viento,
Refrescas el entendimiento
Y desorbitas el corazón;
Palpitar, insania de amor.

Mujer bello sexo
Que logra distender
Nuestros sentidos;
Hoy te vas, te alejas,
Y dislocas los átomos de la pasión
Que disertan locos
Cual orate mundanal.

Estoy perdido,
Estoy divagando
Entre rosas, buscando
El latir presuroso de tu corazón
En busca de esa tuna
Que por su movimiento
Desorbito mis sentidos
Dando punzones de amor.

Punzonajes que hoy me tienen
En el extremo dando toques
A un poema que no sé como terminar,
Mi pluma no se cansa
De vibrar al son del latir
De tu corazón perdido en la distancia
Y mi mente se pierde en el infinito
Indagando por ese lucero que tus ojos vieron.

Implorando al universo
El coqueteo que deja tu mirada,
Al perderse encarnada en el infinito,
Y buscar en él, los recuerdos
De otrora madrugada
Donde el amanecer con su renacer
Vio nuestros labios juntarse
Implorando un ADIOS.