Dulce encanto embriagante de la vida,
OH, lugar de ensueños y locos amores,
Para entrar a ti sin egoísmos hay que estar;
Alcanzar, yo quiero, un beso en tus rincones.
Mientras se departe tranquilo con amigos
Inimaginables que hallaras en este lugar;
Nosotros, locos de la vida, ¡poetas, poetas!,
Al rincón, ¡musa! del poeta vamos a llegar.
Siempre entrare en tu recinto,
A hallar tranquilidad para mi alma,
Loar tan apasionante y único lugar es
Abrirle al mundo un oasis de paz, es
Saber que se busca algo de amor.
De las penas son remedio inevitable,
Es buscar calma en medio de la tormenta.
Poesía que embriaga nuestras almas
¡OH!, dulce poesía, ¡OH dulce poesía!
¡Enaltece los sentidos y alegra el existir!;
Sacia el espíritu de los que a ti acuden;
Inmaculada musa que a todos inspiras
Acaricia e ilumina nuestro pensar.